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jueves, 28 de agosto de 2014

Tiempos modernos: la crítica marxista de la factoría Chaplin ( y II)

En el post de ayer destacábamos cómo multitud de recursos audiovisuales, entre ellos alguna película de animación (Antz), esconden en su guión un marcado acento marxista. Obviamente, no es el único ejemplo que podemos citar en la historia del cine. Hoy, completamos la saga de Marx (1818-1883) rindiendo un homenaje a uno de los grandes clásicos del celuloide: Charles Chaplin.
La película Tiempos modernos (1936) expresa mediante un lenguaje cinematográfico una crítica similar a la que Marx desarrolló en muchos de sus textos. Así, el pensador alemán, describió la sociedad como una permanente lucha de clases enfrentadas, donde el individuo se sentía alienado como consecuencia directa de un trabajo con máquinas que lo deshumanizaban:
 
"En la artesanía y la manufactura, el trabajador emplea una herramienta; en la fábrica, la máquina utiliza al obrero. En el primer caso, los movimientos de los instrumentos de trabajo provienen de él; en el segundo, ha de seguir el movimiento de las máquinas. En la manufactura, los trabajadores son una parte de un mecanismo vivo; en la fábrica, hay un mecanismo inerte, independiente del obrero, quien se convierte en un simple apéndice vivo".
(Marx, El capital)

Si el lenguaje de Marx resulta complejo, Chaplin expreso con maestría la misma idea en este inolvidable fragmento de Tiempos modernos:


Sin embargo, la influencia marxista en la trayectoria de Chaplin trasciende esta cinta memorable, y alcanza otras obras maestras del cineasta británico como, por ejemplo, El gran dictador:
 
 
A continuación transcribimos el discurso, marcando en rojo las posibles alusiones marxista. Cabe recordar que conceptos como "opresión", "alienación", "clase social" o "explotación" son términos típicos del filósofo:
 

"Lo siento. Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Antz: la crítica marxista de la factoria Dreamworks (I)

No cabe duda de que el pensamiento marxista constituye una de las claves fundamentales si pretendemos interpretar correctamente el desarrollo de los siglos XIX y XX; sus ideas sobre el proletariado y la sociedad de clases han marcado -y aún marcan- algunos de los análisis que se han llevado a cabo respecto al sistema capitalista.
Pero... ¿hasta dónde llega esa influencia?, ¿qué ámbitos abarca? Hoy podemos sostener sin temor a equivocarnos que algunas de las ideas de Marx (1818-1883) han traspasado todas las fronteras culturales. Es entonces cuando surge la siguiente pregunta: ¿En qué medida podemos afirmar que una película de Dreamworks contiene implícito un mensaje marxista? En la película Antz (Hormigas) el guión mantiene en todo momento un evidente acento marxista. Para comprobarlo nada mejor que comparar un texto del pensador alemán con un fragmento de esta cinta de animación:
 
"¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, en que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo"
(K. Marx, Manuscritos: Economía y filosofía. Trad. de F. Rubio. Alianza, Madrid, 1986, p. 108).
 
Durante el siguiente corte de Antz encontraréis expresiones como "opresión del sistema", "trabajo", "superorganismo", "superorganización", "los obreros controlamos los medios de producción" o "revolución". En otras palabras, un guión digno de haber aparecido en su obra cumbre: El capital.
 
 
 
N.B.: Conviene aclarar que exponer las ideas del pensamiento marxista no implica apología del mismo, sino un análisis actual sobre uno de los filósofos fundamentales del siglo XIX. 

martes, 26 de agosto de 2014

La moral de Dogville o sobre la arrogancia

En la película Dogville, la joven Grace -interpretada magistralmente por Nicole Kidman- sufrirá todo tipo de vejaciones por parte de los habitantes de un remoto pueblo de las Montañas Rocosas. Con un espíritu estoico, comprobará cómo los "acogedores" vecinos del recóndito pueblo al que llegó tras una huida apresurada van transformándose, paulatinamente, en desleales individuos sin escrúpulos. 
A continuación ofrecemos los diez últimos minutos de esta original cinta del director Lars von Trier y transcribimos parte de la interesante conversación que Nicole Kidman y James Caan mantienen sobre la arrogancia : 
 
  
"- PADRE ・ Fue una palabra que utilizaste para provocarme, me llamaste "arrogante".
- GRACE ・ A saquear un derecho otorgado por Dios lo llamo "ser arrogante".
- PADRE・ Eso es exactamente lo que no me gusta de ti, tú eres arrogante.
- GRACE - ¿s lo que has venido a decirme? No soy yo quien espera un veredicto, papá eres tú.
- PADRE・ No, no, tú no esperas un veredicto porque te solidarizas con ellos. Para ti, una niñez llena de privaciones y un homicidio no te hacen necesariamente un criminal. Siempre culpas a las circunstancias; los violadores y los asesinos puede que sean víctimas según tú pero yo, yo los llamo perros y si lamen sus propios vómitos el único modo de detenerlos es con el látigo.
- GRACE ・ Los perros sólo se guían por su instinto, ¿Por qué no íbamos a perdonarlos?
- PADRE ・ A los perros les podemos enseñar muchas cosas, pero no si les perdonamos cada vez que se dejan llevar por su instinto.
- GRACE ・ Soy arrogante, ¿soy arrogante porque perdono a las personas?
- PADRE・ Por Dios, ¿o te das cuenta de lo condescendiente que eres al decir eso? Tienes la idea preconcebida de que no hay nadie, escucha, no hay nadie que pueda alcanzar los elevados valores morales que tú tienes y disculpas a todos. No puedo pensar en nada más arrogante que eso. Tú mi querida hija, perdonas a los demás con excusas que por nada del mundo te permitirías a ti misma.
- GRACE - ¿Por qué no voy a ser clemente?, ¿Por qué?
- PADRE ・ No, no, no, tienes que ser clemente cuando el momento lo exige, pero también tienes que conservar tus valores, se lo debes a ellos. El castigo que mereces por tus tropiezos ellos lo merecen por los suyos.
- GRACE ・ Son seres humanos, papá.
- PADRE ・ No, no, no ¿caso todos los seres humanos no tienen que responder de sus actos? Por supuesto que sí pero no les concedes esa posibilidad; y eso es tremendamente arrogante. Te quiero a morir, pero eres la persona más arrogante que jamás he conocido. ¿Tú me llamas arrogante? No tengo nada mas que decir".
 
 
Durante toda la película Grace conduce su conducta en base al viejo imperativo moral kantiano, aquella máxima que afirmaba eso de "no hagas a los demás lo que no desees que te hagan a ti", o dicho de otra forma, "lucha porque la máxima de tu acción se convierta en una ley universal". Sin embargo, cuando Grace toma la decisión sobre la solución final al problema de Dogville se traicionará a sí misma y, por ende, a sus elevados principios morales.

lunes, 25 de agosto de 2014

Érase una vez... El siglo de las luces

En esta ocasión la laureada serie de animación Érase una vez el hombre se detiene en "El siglo de las luces", acercándonos a destacadas personalidades europeas como Diderot, Montesquieu, Locke, RousseauVoltaire. El siglo XVIII recupera, para el público infantil, el esplendor que siempre mereció.   
 

miércoles, 20 de agosto de 2014

La chispa de la vida

El tema de la felicidad ha sido uno de los asuntos recurrentes en la historia de la filosofía. Así, pensadores de la talla de EpicuroAristóteles abordaron este asunto durante el periodo helenístico y propusieron recetas al respecto. Sin embargo, será con la llegada de la Ilustración cuando la sociedad occidental asista a uno de los debates más encarnizados sobre la materia. El terremoto de Lisboa de 1755 provocó consecuencias más relevantes en los círculos filosóficos que en la propia corteza terrestre. El adanismo de Rousseau al afirmar la bondad natural del hombre se resquebrajaba, surgiendo entonces una nueva pregunta: ¿Cabría un mundo más perfecto que éste? El matemático y racionalista Leibniz parecía tener clara su respuesta: "vivimos en el mejor de los mundos posibles". En la práctica, vivir en el mejor de los mundos posibles significaba que los pequeñas injusticias a las que asistía el ser humano a diario quedaban justificadas -o compensadas- por un bien mayor. Dicho de otro modo, los males cotidianos no eran más que pequeños daños colaterales si aspirábamos a una felicidad (u orden) mayor. Esta justificación del mal permitía también justificar la existencia de un Dios bondadoso (teodicea), puesto que las pequeñas desgracias quedarían compensadas por un bien mayor. Voltaire, bastante más escéptico sobre esta elaborada teoría, escribió su respuesta en forma de sátira. En su obra titulada Cándido caricaturizó a Leibniz en la piel del personaje Pangloss. Y afirmó:
 
"- ¿Qué es optimismo?, decía Cacambo.
- Ay -dijo Cándido-, es la manía de sostener que todo está bien cuando todo está mal"
 
En la actualidad, si hablamos de felicidad la empresa Coca-Cola es sin duda uno de los mayores referentes. A continuación dejamos algunas de sus mejores campañas publicitarias a este respecto:
 
 
 
 

martes, 19 de agosto de 2014

Woody Allen: azares y suertes

La suerte es uno de esos elementos que escapan del lado racional del ser humano, una dimensión descontrolada de la existencia que no por caótica carece de importancia en nuestras vidas. Woody Allen ha tratado este tema en varias escenas de sus diversas obras, sin embargo, la reflexión más sesuda sobre este interesante asunto la desarrolla en la película Match Point, una auténtica oda al respecto.
Lo que sigue no es más que la reflexión inicial del film:


"Aquel que dijo más vale tener suerte que talento conocía bien la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte, asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en que la pelota golpea con el borde de la red, y durante una fracción de segundo puede seguir hacia delante o hacia detrás. Con un poco de suerte sigue hacia delante y ganas, o no lo hace... y pierdes"
(Woddy Allen)

lunes, 18 de agosto de 2014

La filosofía a debate en RNE

El programa Futuro Abierto de RNE reflexiona sobre el porvenir incierto de la Filosofía tras la llegada de la LOMCE. Historia de la Filosofía pasa de asignatura obligatoria para todos los alumnos del bachillerato a asignatura optativa sólo para los alumnos de Humanidades y ciencias sociales. Este certificado de defunción en cubierto es debatido por destacados representantes del panorama educativo nacional. La ausencia más sonada es la de algún portavoz del Ministerio de Educación, desde donde alegan "problemas de agenda".

miércoles, 13 de agosto de 2014

¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán!

Cualquier educación quedará siempre incompleta si sus lecciones no se ven acunadas por la necesaria pasión con la que debe ser transmitida. El club de los poetas muertos constituye un exponente máximo de la pasión por la enseñanza, el profesor Keating (Robin Williams) la personifica con sus gestos e intervenciones. A continuación dejamos una lección memorable sobre la importancia de las palabras:
"Ahora querida clase aprenderán a pensar otra vez por sí mismos, aprenderán a saborear las palabras y el lenguaje. A pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo. [...] Les contaré un secreto -acérquense, ¡acérquense!-. No leemos y escribimos poesía porque es bonita, leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana, y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida; pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor... son las cosas que nos mantienen vivos, citando a Whitman:
  

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!
de sus preguntas que vuelven,
Del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios,

¿qué de bueno hay en estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?

Respuesta

Que tú estás aquí - que existe la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama, y que tú
puedes contribuir con un verso.
Qué prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso... ¿Cuál será su verso?..."

Injusto sería también olvidar la despedida brindada por sus alumnos:

martes, 12 de agosto de 2014

¿Qué es y para qué sirve la filosofía?

Esta publicación va dirigida a todos aquellos que en algún momento del camino me formularon dos preguntas clave: ¿Qué es la filosofía? y ¿Para qué sirve? Desde el programa Pienso, luego existo de La 2 los principales pensadores contemporáneos del panorama nacional intentan responder a estas dos cuestiones ya clásicas. Hoy ofrecemos una hora repleta de momentos sensatos y sosegados.
 
 

lunes, 11 de agosto de 2014

El pavo inductivista de Russell

¿Qué significa "inducir" algo? ¿Qué validez científica tienen las inducciones? ¿Qué problemas pueden surgir cuando inferimos un determinado hecho de un modo inductivo?
 
En nuestra vida cotidiana la inducción es una herramienta tremendamente útil, motivo por el cual la utilizamos con bastante frecuencia. Así, por ejemplo, esperamos el autobús urbano a las 9 de la mañana porque desde hace meses es la hora a la que "suele" pasar y, por supuesto, cogemos el paraguas cuando observamos un día gris y amenazador porque intuimos -o acaso inducimos- que puede caernos un chaparrón. Según la RAE "inducir" consiste en "extraer, a partir de determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio general que en ellas está implícito". De este modo, en nuestra mente solemos formular los siguientes enunciados útiles:

jueves, 7 de agosto de 2014

La metafísica del silencio

¿Cuántas veces hemos pensado frente a una obra abstracta que lo que estamos observando no tiene sentido? ¿Cuántas veces hemos descalificado el arte contemporáneo al juzgarlo como absurdo?...
Las Vanguardias europeas se desarrollaron durante la primera mitad del siglo XX abarcando todos los ámbitos artísticos. El pensamiento filosófico se presentó como una herramienta imprescindible para la correcta interpretación de las diversas obras abstractas. Así, la filosofía dio argumentos plausibles a creaciones "aparentemente" absurdas. Muchos de los sinsentidos que el espectador observaba en un primer momento gozaban de una explicación ulterior, se inauguraba así el periodo en el cual el arte debía ser explicado y no simplemente observado.
Hoy proponemos un ejemplo de arte vanguardista que resulta menos absurdo tras una pequeña explicación por parte de su autor. Se trata de una famosa pieza musical del compositor estadounidense John Cage titulada 4´33´´ y estrenada en 1952.

 
 
Esta es una breve explicación del propio autor que desvela parte de la finalidad de la obra:
 
"No entendieron su objetivo. No existe eso llamado silencio. Lo que pensaron que era silencio, porque no sabían como escuchar, estaba lleno de sonidos accidentales. Podías oír el viento golpeando fuera durante el primer movimiento. Durante el segundo, gotas de lluvia comenzaron a golpetear sobre el techo, y durante el tercero la propia gente hacía todo tipo de sonidos interesantes a medida que hablaban o salían".

(John Cage sobre la premier de 4′33″)
 
 


miércoles, 6 de agosto de 2014

Bataille y la Europa descabezada

Que el sueño de la razón produce monstruos constituye la última lección que el magistral pintor Francisco de Goya nos legó. Pero ¿qué tipo de monstruos engendra una razón dormida? A principios del siglo XX la vieja Europa se vio remozada por un novedoso movimiento artístico: las Vanguardias. Las originales ideas de esta corriente pronto se extendieron por todo el continente abrazando al unísono expresiones tan dispares como la pintura, la escultura o la arquitectura. Aquel arte rompedor hubiese resultado incomprensible de no haber estado acompañado por una base teórica sólida que daba cuenta de algunas de sus metas. Así, los artistas más destacadas se sumergieron en el irracionalismo, muy de moda tras el descubrimiento del inconsciente. Frente a la vieja razón cartesiana se apostó por el desenfreno y el caos, por lo monstruoso.
El texto del Acéfalo de Bataille es una explicita invitación a perder la cabeza al tiempo que esconde una clara raigambre nietzscheana. Como si de una premonición se tratase fue escrito en 1936, fecha de la guerra civil española, tan sólo tres años antes de que Europa perdiese su cabeza. Este es el fragmento:

"Ya es hora de abandonar el mundo de los civilizados y su luz. Es demasiado tarde para empeñarse en ser razonable e instruido[ …]. La vida siempre se desarrolla en un tumulto sin cohesión aparente. […] La existencia no es solamente un vacío agitado, es una danza que obliga a danzar con fanatismo […]. La vida humana está harta de servir de cabeza y de razón al universo. En la medida en que se convierte en esta cabeza y en esta razón, en la medida en que se convierte en necesaria al universo, acepta una servidumbre. Si no es libre, la existencia se convierte en vacía o neutra y, si es libre, es un juego. Mientras la Tierra sólo engendraba cataclismos, árboles o pájaros, era un universo libre: la fascinación de la libertad se marchitó cuando la Tierra produjo un ser que exige la necesidad como una ley por encima del universo. Sin embargo, el hombre sigue siendo libre de no responder a ninguna necesidad: es libre de parecerse a todo lo que no es él en el universo. Puede suprimir la idea de que es él o Dios lo que impide al resto de las cosas ser absurdas.

martes, 5 de agosto de 2014

Los caprichos de Descartes


El grabado que hoy presentamos pertenece a la serie Los Caprichos de Goya, un conjunto de 80 estampas de marcada crítica social.
Explicitar que el sueño de la razón produce monstruos es la forma más plástica y directa de hallar un slogan contundente al pensamiento de Descartes, el más racionalista de cuantos filósofos transitaron nuestra modernidad. La razón dormida es una razón incontrolada o, más bien, una sinrazón anunciada. Por ello, al igual que la lechuza de Minerva, esta facultad humana debe mantener sus ojos siempre abiertos. Aunque la obra data de 1799 bien podría haber ilustrado la portada de las cartesianas Meditaciones metafísicas siglo y medio antes.
 

lunes, 4 de agosto de 2014

Magritte, la condición humana

Esta publicación tiene una doble finalidad: en primer lugar, se trata de un pequeño homenaje a la creativa figura de René Magritte y más concretamente a la serie de pinturas que realizó entre 1933 y 1935 bajo el sugerente título de La condición humana. En segundo lugar, nos sirve para concluir los diferentes recursos que de una u otra forma constituyen una crítica al mundo de los sentidos, fenómeno enormemente celebrado por la tradición filosófica. Aunque es la primera aparición de Magritte a buen seguro no será la última.



domingo, 3 de agosto de 2014

La filosofía daltónica: los colores de la publicidad

Como ya publicamos ayer nuestros sentidos han sido los grandes damnificados de la historia de la filosofía, los patitos feos. Conocimiento "caduco", "imperfecto", "perecedero" o "engañoso" son algunos de los adjetivos que han utilizado para referirse a ellos. Las ilusiones ópticas constituían un primer ejemplo de su falibilidad, pero no la única. Cuando Platón o Descartes los criticaron como fuente de información veraz no imaginaron el gran filón que hallarían los publicistas de automóviles en ellos. Los sentidos nos engañan y a los daltónicos, por supuesto, también. Este spot es un interesante ejemplo de ello.
Pero este anuncio nos ayuda a comprender, asimismo, la distinción que ya hiciera Aristóteles entre los cambios sustanciales y accidentales. Modificar el color de un coche es un cambio accidental -insustancial, diríamos- y no es lo mismo que cambiar la marca de un coche, lo cual representa ya un cambio sustancial que, según los hábiles publicistas, modifica la propia esencia del coche que compramos. Para nuestros amigos publicistas cambiar de marca sí determina qué tipo de sustancia es un coche. En pocas palabras, a ellos les da igual que sea rojo o verde, pero rezan porque sea un Vokswagen.
Aristóteles fue el primero en remarcar la distinción entre cambios sustanciales y cambios accidentales:
 
 

viernes, 1 de agosto de 2014

Publicidad a la medida de Platón y Descartes: las ilusiones ópticas

Platón, Descartes y otros pensadores desprestigiaron hasta la saciedad el conocimiento de la realidad que obtenemos a través de nuestros sentidos. Éste fue catalogado como un conocimiento caduco y engañoso. También los anuncios de automóviles han dado buena cuenta de la facilidad con que nuestros sentidos nos proporcionan impresiones falaces, aún más, los publicistas de Honda y Audi han calcado hasta límites insospechados sus campañas. Estos dos vídeos son buenos ejemplos de famosas ilusiones ópticas: