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martes, 24 de febrero de 2015

Ángel Gabilondo o la teoría del Filósofo-Rey

Debido a lo apresurado de la actualidad, los periodistas no suelen abordar cuestiones fundamentales, ni asuntos que afecten a la esencia de las cosas. La prisa marca el tempo de una cotidianidad a contratiempo. Sin embargo, a veces se cuelan pequeñas pinceladas de filosofía en las reflexiones de nuestros comunicadores habituales. Es el caso de Vicente Vallés, el presentador de +Antena 3 Noticias. Vallés suele asomarse a una tribuna de un minuto en el programa La linterna de +Onda Cero, desde donde reflexiona sobre algún tema candente. Ayer lo hizo sobre el aterrizaje de filósofos e intelectuales en la arena política. Este es el podcast:


jueves, 19 de febrero de 2015

martes, 17 de febrero de 2015

El mito de todos los mitos

El texto que hoy incorporamos no es, únicamente, uno de los extractos básicos de la filosofía, sino asimismo uno de los fragmentos indispensables de la literatura occidental. Su autor, Platón, ha pasado a la historia quizás como el pensador más carismáticos por aportaciones como estas:
 
"Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual supón que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquéllos sus maravillas.

domingo, 15 de febrero de 2015

Ruptura de Barney y Robin: La perspectiva quebrada (y II)

Como ya dijimos, mostrar distintas perspectivas de una misma historia es un arma recurrente en cualquier producto cinematográfico. El sexto sentido o Los Simpson no son ejemplos aislados sino, más bien, una diminuta muestra de ello. La segunda y última publicación que dedicamos al tema del perspectivismo, tiene como protagonistas a los personajes de la popular serie Cómo conocí a vuestra madre, cuyos capítulos encontraréis actualmente en las tardes de Neox.   
La única certeza que podemos sostener respecto al perspectivismo es la ausencia de puntos de vista infalibles. No caben miradas absolutas, categóricas, finalistas. Si algo nos enseña "La doctrina del punto de vista" es, precisamente, que la utopía no suele ser un buen compañero de análisis ontológico, que las realidades sólo cabe interpretarlas desde los sujetos que las experimentan y construyen. Así pues:
 
"El error inveterado consistía en suponer que la realidad tenía por sí misma, e independientemente del punto de vista que sobre ella se tomara, una fisonomía propia. Pensando así, claro está, toda visión de ella desde un punto determinado no coincidiría con ese su aspecto absoluto y, por tanto, sería falsa. Pero es el caso que la realidad, como un paisaje, tienen infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y auténticas. La sola perspectiva falsa es esa que pretende ser la única. Dicho de otra manera: lo falso es la utopía, la verdad no localizada, vista desde "lugar ninguno". El utopista -y esto ha sido en esencia el racionalismo- es el que más yerra, porque es el hombre que no se conserva fiel a su punto de vista, que deserta de su puesto.
Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica, perspectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo así su articulación con otros sistemas futuros o exóticos. La razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación".
(Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo)
 
"Una mala racha" es el séptimo capítulo de la quinta temporada de Cómo conocí a vuestra madre. La relación de Barney y Robin pasa por malos momentos, Lily (amiga de ambos) trama el plan perfecto para hacer que rompan. Lo cierto es que el instante de la ruptura constituye una soberbia plasmación perspectivista por parte del director. No merece ser descrita sino vista:
 
[Aunque el episodio únicamente dura 20', el plan de Lily se desarrollo desde 12'30'' en adelante]

jueves, 12 de febrero de 2015

FiloSimpson: La perspectiva quebrada (I)

Todos sabemos lo trascendente que resulta el concepto de "perspectiva" a la hora de abordar cualquier problema. Los grandes directores de cine colocan estratégicamente sus cámaras para que accedamos -o no- a determinadas porciones de la realidad. Emplean planos cenitales, picados o contrapicados para agigantar o empequeñecer a sus personajes. Es el juego subjetivo de lo que vemos y dejamos de ver, de aquello que nos muestran u ocultan, el sinuoso viaje de la insinuación. Provocación. Resultaba difícil, por ejemplo, aventurar el trágico final del Dr. Crowe (Bruce Willis) en El sexto sentido; es más, un elaborado juego de perspectiva reduciría ese "trágico final" a un "trágico comienzo". La desgarradora verdad es que la historia comienza y concluye en la primera secuencia. Podríamos decir que, si el espectador tardó tiempo en despejar lo que allí ocurría, se debía únicamente a que Night Shyamalan -el director- había colocado mezquinamente sus cámaras en las escenas de la película. Su mérito, cual Houdini impertinente, lo atesoraba en aquello que escondía y, no tanto, en cuanto nos presentaba.
Hoy, con la ayuda de Homer Simpson, asistiremos a otra buena muestra de "perspectivismo fílmico", pero antes nos gustaría recordar unas interesantes palabras que resumen el tema que abordamos:

miércoles, 11 de febrero de 2015

Colli, el pensador de los orígenes

Giorgio Colli es una de los autores más autorizados en lo que a la reflexión sobre la filosofía griega respecta. Este escritor ameno y antiacademicista nos ha regalado pasajes bellos e sugerentes interpretaciones sobre los griegos y los orígenes del pensamiento. Nuestro texto básico de hoy recoge el primer parágrafo de El nacimiento de la filosofía:
 
"Los orígenes de la filosofía, y, por tanto, de todo el pensamiento occidental, son misteriosos. Según la tradición erudita, la filosofía nació con Tales y Anaximandro: en el siglo XIX se buscaron sus orígenes más remotos en fabulosos contactos con las culturas orientales, con el pensamiento egipcio y con el indio. Por ese camino no se ha podido comprobar nada, y nos hemos contentado con establecer analogías y paralelismos. En realidad, la época de los orígenes de la filosofía griega está mucho más próxima a nosotros. Platón llama «filosofía», amor a la sabiduría, a su investigación, a su actividad educativa, ligada a una expresión escrita, a la forma literaria del diálogo. Y Platón contempla con veneración el pasado, un mundo en que habían existido de verdad los «sabios». Por otra parte, la filosofía posterior, nuestra filosofía, no es otra cosa que una continuación, un desarrollo de la forma literaria introducida por Platón; y, sin embargo, esta última surge como un fenómeno de decadencia, ya que «el amor a la sabiduría» es inferior a la «sabiduría». Efectivamente, amor a la sabiduría no significaba, para Platón, aspiración a algo nunca alcanzado, sino tendencia a recuperar lo que ya se había realizado y vivido".
(Colli, El nacimiento de la filosofía, Barcelona, Tusquets, 2000, p. 13) 

domingo, 8 de febrero de 2015

Faroles a mediodía

Si nos referimos a textos fundamentales de la Filosofía, Friedrich Nietzsche ocupa una posición privilegiada tanto por el valor de sus ideas como por un estilo narrativo brillante. El Aforismo 125 de La gaya ciencia será el primer esbozo de este autor genial, aunque indudablemente no será el último: 

“El loco: ¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: «¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!». Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? -así gritaban y reían todos alborotadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. «¿Que a dónde se ha ido Dios? -exclamó-, os lo voy a decir.

jueves, 5 de febrero de 2015

¿Qué es la Ilustración?

Uno de los textos básicos de la Filosofía es, sin duda, el siguiente fragmento que Kant recoge en su obra ¿Qué es la Ilustración? Es aquí donde enuncia su famoso lema ¡Sapere Aude! (Atrévete a saber):

"Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad cuando su causa no reside en la falta de entendimiento, sino en la falta de resolución y valor para servirse del suyo propio sin la guía del de algún otro. Sapere aude! ¡Ten valor para servirte de tu propio entendimiento! Tal es el lema de la Ilustración.
Pereza y cobardía son las causas merced a las cuales tanto hombres continúan siendo con gusto menores de edad durante toda su vida, pese a que la Naturaleza los haya liberado hace ya tiempo de una conducción ajena (haciéndolos físicamente adultos); y por eso les ha resultado tan fácil a otros erigirse en tutores suyos. Es tan cómodo ser menor de edad. Basta con tener un libro que supla mi entendimiento, alguien que vele por mi alma y haga las veces de mi conciencia moral, a un médico que me prescriba la dieta, etc., para que yo no tenga que tomarme tales molestias. No me hace falta pensar, siempre que pueda pagar; otros asumirán por mí tan engorrosa tarea".
(Kant, ¿Qué es la Ilustración?, Madrid, Alianza, 2004, p. 83)

miércoles, 4 de febrero de 2015

El hormiguero humano o sobre la valentía

Hace un par de días el grupo +Atresmedia Cine emitió la película Troya, protagonizada por Brad Pitt y Eric Bana entre otros. Este largometraje nos ayuda a recuperar un texto básico de Ética para Amador, donde Fernando Savater se plantea los conceptos de valentía y heroicidad relacionándolos precisamente con la Ilíada de Homero:
 
"Voy a contarte un caso dramático. Ya conoces a las termitas, esas hormigas blancas que en África levantan impresionantes hormigueros de varios metros de alto y duros como la piedra. Dado que el cuerpo de las termitas es blando, por carecer de la coraza quitinosa que protege a otros insectos, el hormiguero les sirve de caparazón colectivo contra ciertas hormigas enemigas, mejor armadas que ellas. Pero a veces uno de esos hormigueros se derrumba, por culpa de un riada o de un elefante (a los elefantes le gusta rascarse los flancos contra los termiteros, qué le vamos a hacer). En seguida, las termitas-obrero se ponen a trabajar para reconstruir su dañada fortaleza, a toda prisa. Y las grandes hormigas enemigas se lanzan al asalto. Las termitas-soldado salen a defender a su tribu e intentan detener a las enemigas. Como ni por tamaño ni por armamento pueden competir con ellas, se cuelgan de las asaltantes intentando frenar todo lo posible su marcha, mientras las feroces mandíbulas de sus asaltantes las van despedazando. Las obreras trabajan con toda celeridad y se ocupan de cerrar otra vez el termitero derruido... pero lo cierran dejando fuera las pobres y heroicas termitas-soldado, que sacrifican sus vidas por la seguridad de las demás. ¿No merecen acaso una medalla, por lo menos? ¿No es justo decir que son valientes?
Cambio de escenario, pero no de tema. En la Ilíada, Homero cuenta la historia de Héctor (Eric Bana), el mejor guerrero de Troya, que espera a pie firme fuera de las murallas de su ciudad a Aquiles (Brad Pitt), el enfurecido campeón de los aqueos, aun sabiendo que éste es más fuerte que él y que probablemente va a matar-le. Lo hace por cumplir su deber, que consiste en defender a su familia y a sus conciudadanos del terrible asaltante. Nadie duda de que Héctor es un héroe, un auténtico valiente. Pero ¿es Héctor heroico y valiente del mismo modo que las termitas-soldado cuya gesta millones de veces repetida ningún Homero se ha molestado en contar? ¿No hace Héctor, a fin de cuentas, lo mismo que cualquiera de las termitas anónimas? ¿Por qué nos parece su valor más auténtico y más difícil que el de los insectos? ¿Cuál es la diferencia entre un caso y otro?
 

lunes, 2 de febrero de 2015

La admiración como principio

Durante más de veintisiete siglos la Historia de la Filosofía nos ha ido brindando una serie de fragmentos literarios que se antojan imprescindibles en cualquier biblioteca. Bajo la etiqueta "Textos básicos" iremos reuniendo algunos de los parágrafos más destacados de la vetusta disciplina:
 
"Los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar motivados por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia (por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, puesto que esta sola es para sí misma"
(Aristóteles, Metafísica