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domingo, 15 de febrero de 2015

Ruptura de Barney y Robin: La perspectiva quebrada (y II)

Como ya dijimos, mostrar distintas perspectivas de una misma historia es un arma recurrente en cualquier producto cinematográfico. El sexto sentido o Los Simpson no son ejemplos aislados sino, más bien, una diminuta muestra de ello. La segunda y última publicación que dedicamos al tema del perspectivismo, tiene como protagonistas a los personajes de la popular serie Cómo conocí a vuestra madre, cuyos capítulos encontraréis actualmente en las tardes de Neox.   
La única certeza que podemos sostener respecto al perspectivismo es la ausencia de puntos de vista infalibles. No caben miradas absolutas, categóricas, finalistas. Si algo nos enseña "La doctrina del punto de vista" es, precisamente, que la utopía no suele ser un buen compañero de análisis ontológico, que las realidades sólo cabe interpretarlas desde los sujetos que las experimentan y construyen. Así pues:
 
"El error inveterado consistía en suponer que la realidad tenía por sí misma, e independientemente del punto de vista que sobre ella se tomara, una fisonomía propia. Pensando así, claro está, toda visión de ella desde un punto determinado no coincidiría con ese su aspecto absoluto y, por tanto, sería falsa. Pero es el caso que la realidad, como un paisaje, tienen infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y auténticas. La sola perspectiva falsa es esa que pretende ser la única. Dicho de otra manera: lo falso es la utopía, la verdad no localizada, vista desde "lugar ninguno". El utopista -y esto ha sido en esencia el racionalismo- es el que más yerra, porque es el hombre que no se conserva fiel a su punto de vista, que deserta de su puesto.
Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica, perspectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo así su articulación con otros sistemas futuros o exóticos. La razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación".
(Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo)
 
"Una mala racha" es el séptimo capítulo de la quinta temporada de Cómo conocí a vuestra madre. La relación de Barney y Robin pasa por malos momentos, Lily (amiga de ambos) trama el plan perfecto para hacer que rompan. Lo cierto es que el instante de la ruptura constituye una soberbia plasmación perspectivista por parte del director. No merece ser descrita sino vista:
 
[Aunque el episodio únicamente dura 20', el plan de Lily se desarrollo desde 12'30'' en adelante]

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