Año 1921, Emmanuel Radnitzky -más conocido como Man Ray- presenta en París "Cadeau" (Regalo), obra provocativa que terminaría convirtiéndose en una de los iconos del movimiento surrealista.
Hace algún tiempo formulé en clase las siguientes preguntas: ¿Tienen las cosas "esencia"? ¿Qué es la "esencia" de algo? y ¿Cuál es la "esencia" de una silla? La inmediatez nos invita a responder negativamente ante este tipo de cuestiones filosóficas. "No, eso de las esencias son cosas del pasado, trasnochadas, esotéricas", debieron pensar algunos de los alumnos. En la vida cotidiana hay iPhones, portátiles, ebooks, pero nada de "esencias".
Pues bien, la esencia son todos aquellos rasgos que hacen que algo sea lo que es y no otra cosa, la esencia es lo que permite a un objeto -físico o no- seguir siendo lo que es. Reformulemos la pregunta: ¿Qué hace que una cosa sea lo que es? Edmund Husserl, filósofo checo del siglo pasado, propuso al respecto un juego muy útil ante el problema que tratamos. Imaginemos una silla. Comencemos a hacerle tantas "variaciones imaginarias" como se nos ocurran: cambiémosle -por ejemplo- los colores, el tamaño, la forma, el material que la compone... En el momento en que realicemos un cambio tras el cual la silla no sea ya propiamente una silla habremos llegado a la "esencia de la silla". Nuestra silla podrá ser blanca, azul, verde, de cristal, de madera, pequeña, grande, pero en todo momento debe mantener como cualidad innegociable que nos permita sentarnos en ella. Esa es su esencia.
La plancha con puntillas de Man Ray es una provocación en la medida en que transgrede la esencia de ese objeto. Popularmente diríamos que la plancha de Man Ray, el "Cadeau", ha perdido su esencia, ya no sirve para lo que sirven las planchas; la "variación imaginaria" de introducirle puntillas justo en el espacio reservado para que se deslice suavemente la co-rrompe, la aniquila como plancha, la desustancializa.
En este sentido, la definición de "esencia" de Aristóteles y el regalo surrealista de Man Ray son buenos compañeros de viaje, aunque antagónicos.
Al profesor +César Moreno-M...
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